La noche Quijotesca

La noche Quijotesca
The night

jueves, 18 de octubre de 2007

allegro macato

Esta noche correremos allegro macato,
al tempo del ritmo.

Tengo tantas cosas que decir, pues me faltaría
tiempo y espacio, la tinta de mi lápiz
se encuentra derramada.
Cada hoja de aquel cuaderno ya se encuentra
amarilla, me quedo sin palabras, lo único
que llevo escrito es tu nombre y nada más.

Se acaban de cumplir las 22:32 minutos, ya he
leído tus cartas, he mirado tus fotos, he recordado
todo lo que fue y no fue. Por ejemplo, decir que...
Nos encontramos un día martes de agosto invernal
en medio del patio, tú me citaste, caminamos de la
mano, me besaste y todo se acabó.
Ahora cuando son las 22:37 suena Presto,
antecedida por tristezas de un doble a,
la cual escuchaste, mirándome fijamente
a los ojos.
Raconto, 25 de agosto del año 2004.
Palabras, letra por letra, conexión
de canciones, un erotismo confuso
de amor y deseo, no nos miramos,
sólo hablamos.
Día 14 de octubre del año 2005:
Susurré cerca tuyo, feliz cumpleaños.
Dijiste: ¿tienes miedo? acércate, dímelo de frente.
Lo hice, te abracé y besé tu mejilla.
Fin del raconto.

Hoy 14 de octubre, cuando el reloj marca
las 22:48 suena el bandoneón allegro míssico,
o más bien, lloran las notas musicales, desesperadas
por saber si añoras a la par conmigo.

22:51 escucho lo mismo de siempre, pienso
en ti igual que siempre, leo tus cartas
pensar que eres el pasado más alegre
que tengo. Pensar que no tuve otras vidas,
y si las tuve fue al lado de ti ángel de ojos
tristes.

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Mumuki

Mumuki
Octeto Piazzolliano

Café, 1930

Y sintieron ese amor mutuo
cuando la complicidad los gobernaba.
Ese apasionamiento loco, por el otro,
provocó desconsuelo.
Esa lúgubre noche,
a media luz, aquella nostalgia
cuando se despidieron y rompieron
sus sueños porque que uno ha de partir.
Esta despedida, la tercera;
la misma situación que se ha vuelto
repetir,
en este fatídico sueño decreciente,
se volvió reiterado,
aplastado,
acostumbrado a divulgar
mis sentimientos y emociones con
el mundo extranjero.
Volvimos a caer de nuevo
a los pies de nuestras almas.
Vi tropezar tus anhelos,
vi engañar tus añoranzas, y decayó
aquel sueño que derrocó al mío esa noche.
Te siento, mi conciencia me traiciona;
palpo tu voz, acaricio tu alma,
se pudre tu mirada, y tus suaves manos
sienten el agua más fría.
- ¡ ya te vas ! -
Otra vez en tan poco tiempo; regresas…
La misma historia,
la misma melancolía,
la misma cantidad de cigarros consumo
por mi nerviosismo.
Vuelves y te vas; una vez más,
como en nuestro juego sarcástico,
en nuestra fiesta sexual;
dos cuerpos se unen,
dos almas se disgregan,
dos personas se anhelan, en torno a un café,
en 1930.

Gorín inglés

Gorín inglés
Piazzolla concert