La noche Quijotesca
lunes, 12 de noviembre de 2007
Lento Melancólico
a la hora cero del día y la noche,
un 25 de octubre bajo las notas de un Mi y un Fa ,
inspirado por el pentagrama clásico
del tango tradicional.
“¡Esto no es tango!” Murmuró la gente.
En el club 676 filosofan los puristas y,
en el teatro Colón se rompe la Historia,
Jazz Tango, la nueva operita electrónica
comandada por el quinteto,
Santa maría de Buenos aires
la última celebridad del cielo.
“¡Esto si es tango!” repicó Pugliese ,
después de escuchar la serie de tangos sinfónicos
en 1963, el nuevo tango Porteño.
Bailemos el nuevo tango apasionado,
en la noche cíclica del poteño melancólico.
Bailemos tango melancólico
en el club 676, donde los puristas filosofan
el amor recíproco de dos apasionados.
Mumuki
Café, 1930
Y sintieron ese amor mutuo
cuando la complicidad los gobernaba.
Ese apasionamiento loco, por el otro,
provocó desconsuelo.
Esa lúgubre noche,
a media luz, aquella nostalgia
cuando se despidieron y rompieron
sus sueños porque que uno ha de partir.
Esta despedida, la tercera;
la misma situación que se ha vuelto
repetir,
en este fatídico sueño decreciente,
se volvió reiterado,
aplastado,
acostumbrado a divulgar
mis sentimientos y emociones con
el mundo extranjero.
Volvimos a caer de nuevo
a los pies de nuestras almas.
Vi tropezar tus anhelos,
vi engañar tus añoranzas, y decayó
aquel sueño que derrocó al mío esa noche.
Te siento, mi conciencia me traiciona;
palpo tu voz, acaricio tu alma,
se pudre tu mirada, y tus suaves manos
sienten el agua más fría.
- ¡ ya te vas ! -
Otra vez en tan poco tiempo; regresas…
La misma historia,
la misma melancolía,
la misma cantidad de cigarros consumo
por mi nerviosismo.
Vuelves y te vas; una vez más,
como en nuestro juego sarcástico,
en nuestra fiesta sexual;
dos cuerpos se unen,
dos almas se disgregan,
dos personas se anhelan, en torno a un café,
en 1930.